Batman volvió a la cueva con semblante pensativo, la cabeza baja y la mirada perdida. Algunos de sus soldados lo llamaron por su nombre de pila una vez. Después de eso, comprendieron que la única forma de obtener alguna respuesta era esperar. Finalmente los fríos y blancos ojos del murciélago volvieron a alzarse. -Está jugando con nosotros- dijo-. Ha cometido demasiados errores como para que todos sean casuales. -¿Qué quieres decir?- preguntó Nightwing. -Que quiere dirigir nuestros pensamientos- explicó-. Intenta que lleguemos a la conclusión que él quiere. Nos bombardea con pistas falsas para que no tengamos tiempo de diferenciarlas. Se sentó frente al ordenador y comenzó a teclear frenéticamente. -Oráculo. -Aquí estoy, Batman- respondió la voz distorsionada, y en el monitor apareció el icono de mirada estoica de Barbara. -¿Sigues llevando un registro de nuestras comunicaciones? -Desde el principio. -Necesitaré estudiarlo. Mañana, cuando te lo pida, quiero que lo pases a disco. Iré a la torre a recogerlo. -Puedo enviártelo directamente, esta red es segura. -Prefiero no correr riesgos. No sabemos hasta dónde ha llegado este ladrón. Se giró en su silla y se puso en pie. Caminó hacia el resto de sus soldados, movido por un arranque de energía nerviosa. -Bruce Wayne tendrá que dar mañana una rueda de prensa acerca del robo de las joyas- explicó-. Nightwing, tú y Alfred estaréis presentes y cubriréis el evento, por si nuestro ladrón decide aparecer. -¿Cómo le reconoceremos?- preguntó Nightwing. -Probablemente no le reconoceréis. Prestad atención a cualquier cosa fuera de lo normal. Batgirl, irás de paisano durante la tarde y tratarás de rastrear los coches de Dos Caras. Averigua de dónde han venido. -Sí- respondió Batgirl. -Si el ladrón tiene intención de vender las joyas robadas, habrá que moverse durante el día antes de que el cargamento salga de la ciudad. Selina, ¿puedes encargarte de eso? -Moveré a todos mis contactos- dijo Catwoman. -Perfecto. La reunión ha terminado. Volved a vuestras rondas o a vuestras casas, lo dejo a vuestra elección. Robin, necesito hablar contigo en privado. -¿Conmigo?- preguntó el muchacho, sobresaltado. Batman le dirigió una mirada dura e inescrutable, y le señaló las escaleras de subida a la mansión.
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(Derechos reservados del escalón número treinta y siete de la escalera de subida a la mansión, que se rompió antes de empezar a escribir este relato y tuve que ponerlo yo y... nah, no cuela, derechos reservados para DC Comics)
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